Semillas de Esperanza

Agosto es el mes de la solidaridad en la Arquidiócesis de Santiago. Cada año, hay una peregrinación de jóvenes al Santuario de San Alberto Hurtado S.J., el gran apóstol social de Chile. Este año, 20,000 jóvenes caminaron a través de las calles de Santiago para honrar a San Alberto y también profesar su propia fe y compromiso con el Evangelio, que llama a todos los cristianos a tender la mano a los más pobres y marginados. Los jóvenes van acompañados con “batucadas” (bandas de batería). Choros y el famoso camión verde de San Alberto. El camión es una reliquia y un símbolo de su compromiso con los pobres y con la justicia social. Por la noche, San Alberto salía a las calles en busca de niños que eran forzados a dormir debajo de los puentes. Construyó el primer hogar (casa) para los niños de la calle, y fue muy activo en la promoción de los sindicatos. Monseñor Cristian Roncaglilio, obispo auxiliar de Santiago recordó a los jóvenes el deseo de San Alberto de ser un “fuego que incendiara otros fuegos”. Les invitó a ser una semilla de esperanza para la Iglesia de Chile y ser protagonistas del cambio.

Ochenta jóvenes de la parroquia Columbana de San Matías participaron en la peregrinación. La parroquia de San Matías está ubicada en un área conocida como los Bajos de Mena en el extremo sur de la extensa ciudad de Santiago. Bajos de Mena es considerada una de las áreas más pobres de Santiago, donde la mayoría de las personas decentes y trabajadores tienen que viajar cuatro horas cada día para llegar al trabajo y sufrir las consecuencias del congestionamiento, desempleo y tráfico de drogas. El apostolado social de la parroquia es activa y proporcionando una serie de servicios a los necesitados: comedores sociales, cuidado de enfermos, grupos de ancianos y refugio a los inmigrantes de Haití.

También participo en la peregrinación el grupo JUCOMI (Juventud Misionera Columbana). Los miembros de JUCOMI son jóvenes de ambos sexos quienes participan activamente en el carisma misionero de los Columbanos. Vienen de parroquias en donde los Columbanos están trabajando o han trabajo en el pasado. Durante el mes de la solidaridad, salen a las calles de Santiago para reunirse con los desamparados. La falta de vivienda es un problema creciente en la ciudad de Santiago. Antes de salir, preparan sándwiches y café que repartirán a los hombres y mujeres que se ven forzados a dormir en las calles. No tienen que caminar lejos, porque el Centro Misionero Columbano está ubicado cerca del parque Bustamante. Ahí se pueden encontrar personas sin hogar que duermen en las bancas de los parques o en tiendas improvisadas. Impregnados del espíritu de San Columbano y San Alberto Hurtado, estos jóvenes misioneros reconocen la dignidad básica de cada persona. Por esa razón, tratan de conversar con las personas, escuchando y compartiendo sus propias historias de vida. Con corazones generosos, estos jóvenes saben que la solidaridad no puede limitarse a un mes al año, sino que debe continuar a lo largo de todo el año.

JUCOMI y los jóvenes de nuestras parroquias de San Columbano y San Matías están empezando a organizar el segundo Festival Internacional de la Juventud Columbana. El festival incluye música, baile, talleres y oración. Dado a que está destinado a ser internacional, el almuerzo siempre incluye alimentos de otros países. El año pasado se llevó a cabo en la parroquia de San Matías y este año se llevará a cabo en la parroquia de San Columbano. Inspirado en la Exhortación Apostólica del Papa Francisco “Laudato Si”, el tema del festival es “Jóvenes: Guardianes de la Creación de Dios”. Después de diez años de sequía en el valle central de Chile, los jóvenes son los más ardientes partidarios del cuidado de la tierra. Todos los talleres están diseñados para ayudar a nuestros jóvenes apóstoles a encontrar formas prácticas de cuidar de la creación que nuestro amoroso Dios nos ha dado como un don que debe ser cuidado y nutrido.

Revista