Señor, Ayúdame a Escuchar Mi Corazón.

El pequeño niño del tambor escucha la música,
se concentra en el sonido,
marcha al paso para vencer el
ritmo del tambor.

De la misma manera, Señor,
ayúdame a apreciar cuan preciados son los
momentos de quietud que nos das cada día,
para que te escuche en mi corazón,
y guarde el paso contigo.

Ayúdame a aprender
de la sabiduría de un niño.


Amén.

- Por el Padre Columbano Patrick Sayles