Sáname, oh Señor

Sáname, oh Señor, y seré sano;
sálvame, y seré salvo:
porque Tú eres mi alabanza.
Te alabo, Padre poderoso.

Tú perdonas todas mis iniquidades,
y me sanas de todas mis enfermedades.

Gracias, Señor. Cuando estoy enfermo,
Tu envías Tu palabra,
y me sana y me libera
de toda destrucción.

Tú palabra es vida para mí,
y trae sanación a mi carne.

Gracias por el poder sanador de Tu Palabra, Padre.
Nunca dejaré que se aparte de mis ojos.

Guardaré Tu palabra profundamente implantada en mi corazón.
Alabo Tu nombre, santo Padre.

Te amo, y te doy gracias
por sanarme
y manteniéndome en buen estado de salud.


Amén.