Oración de Santo Tomás de Aquino

De rodillas en adoración cayendo,
¡Loor! la sagrada hostia saludamos;
¡Loor! las formas antiguas que se van,
los nuevos ritos de gracias prevalecen;
fe para todos los defectos que suministran,
cuando los débiles sentidos fallan.

Al Padre sempiterno,
y al Hijo, que reina en las alturas,
con el Espíritu Santo procediendo
de cada uno eternamente,
sea la salvación, honor, bendición,
poder y majestad sin fin.


Amén.