Oración de San Juan Eudes

Oh, Bienaventurada Virgen, Madre de mi Dios y Salvador,
Te honro y te reverencio en el primer momento de tu vida.
Honro y reverencio las disposiciones de tu santa alma,
y todo lo que te sucedió en ese preciso momento.

Empezaste inmediatamente, Oh santa Virgen, a amar
y glorificar a Dios perfectamente,
y desde ese primer momento hasta el último de tu vida,
siempre le amaste y glorificaste más y más.

En cuanto a mí, a pesar de todos los años que he estado en este mundo,
no he empezado a amarte y servirte como debería.


Amén.