Oración de San Francisco de Sales

Santísima Virgen María Madre de Dios,
Soy indigno de ser tu servidor.

Pero movido por tu cuidado maternal hacia mí,
y deseando servirte,
te escojo en este día para que seas mi Reina,
mi Abogada, y mi Madre.

Firmemente resuelvo siempre ser devoto tuyo
y hacer todo cuanto pueda para alentar a otros
para que sean devotos tuyos.

Mi amada Madre,
por la Preciosa Sangre de tu Hijo derramada por mí,
te suplico me recibas
como tu servidor para siempre.

Ayúdame en mis acciones
y suplico me des la gracia
de que nunca ni de pensamiento, palabra, u obra
ser desagradable ante tu presencia
y la de tu Santísimo Hijo.

Recuérdame, amadísima Madre,
y no me abandones a la hora de la muerte.

Amén.