Oh, Madre de Salvación

Oh, Bienaventurada Virgen, concédenos que podamos llegar a tu Hijo
a través de ti, quien ha encontrado gracia, engendrado vida,
y el arte de Madre de Salvación.

Concédenos que él nos reciba a través de ti,
Aquel a quien hemos sido entregados a través de ti.

Que tu integridad excuse nuestra corrupción ante Él;
que tu humildad, tan agradable a Dios,
obtenga el perdón por nuestra vanidad;
que la abundancia de su caridad
cubra la multitud de nuestros pecados;
y que tu gloriosa fecundidad,
produzca en nosotros la fecundidad del mérito.


Amén.