Nuestra Misión Personal

Madre Celestial,
a medida que cada uno de nosotros recibe personalmente una misión
en favor de la Iglesia y del mundo,
ayúdanos a descubrir y cumplir
nuestros llamados personales.

Recordando las enseñanzas de Juan Pablo II
de que el futuro de la Iglesia y la sociedad
pasa a través de la familia,
ayúdanos a entender que la familia
es, de hecho, un gran campo de misión y está muy necesitado.

¡Oh Emanuel! ¡Cuán grande es Tu amor por nosotros!
¡Cuán cerca está tu presencia de aquellos que te aman!

Habitas con los reunidos en Tu nombre.
¡Oh Emanuel, quédate siempre cerca de nosotros!


Amén.