Un Modelo de Prudencia

Amado Santo Tomás Moro, en tu vida terrenal,
fuiste un modelo de prudencia.

Nunca te precipitaste en ninguna empresa importante;
al contrario, probaste la fuerza de tus poderes
y esperaste en la voluntad de Dios en oración y penitencia,
para llevarlo luego a cabo sin ninguna duda.

A través de tus oraciones e intercesión,
obtenme las virtudes de la paciencia,
prudencia, sabiduría y fortaleza.


Amén.