Esperanzado y Humilde

Señor, tu amor me ayuda a abrazar lo desconocido.

Te me revelas de tal manera que yo pueda reconocerte
en mi y en los demás.

Tú eres mi esperanza, Oh Señor, y mi fortaleza.

Enséñame humildad para seguir aprendiendo
y creciendo espiritualmente.

Amén.