Corazón que Escucha

María, nuestra Madre, escuchaste con tu corazón
y meditaste todas las cosas en silencio.

Enséñanos a buscar al Señor en la quietud.
Ayúdanos a estar en calma, a reflexionar y a responder con fe.

Que tu intercesión nos mantenga cerca de Jesús
y obedientes a Su voz en todas las cosas.


Amén.