Bendice a Tu Pueblo

Señor, escucha nuestra súplica por nuestro Santo Padre Francisco,
por los obispos y el clero, y por todo los involucrados
en las vocaciones religiosas y seculares.

Bendice Tus misioneros que difunden las buenas nuevas
de salvación en tierras lejanas.

Fortalece a los más agobiados,
revive la esperanza en los desesperados,
concede libertad a las víctimas de la injusticia y persecución.

Finalmente, imparte sabiduría y paz a todas las personas
para que puedan crecer en Tu amor y servicio ahora y por siempre.


Amén.