Ayúdame a Continuar

Tú aguantas mis estados de ánimo, Señor,
cuando todo resulta demasiado,
y los otros parecen no entender,
cuando estoy sin vida como la arena, sin paz,
sin descanso, carente de entusiasmo, sin ningún deseo de continuar,
porque algo no está bien,
aunque no lo sé del todo.

Entonces, en un lugar de mi corazón,
suavemente me recuerdas
que soy precioso para Ti,
que eres mi amigo.

Unos momentos contigo hacen toda la diferencia.
Tu amistad me mantiene en marcha.


Amén.

- P. Columbano Patrick Sayles