El Desafío de Amarlos Como Son

El Centro de Educación Especial de la Comunidad de Esperanza es una organización religiosa y caritativa dirigida por las Hermanas Columbanas. Ofrece servicios a niños y adultos jóvenes con discapacidades en la ciudad de Ozamiz, Filipinas, y sus ciudades vecinas en Misamis Occidental con el objetivo de hacer una diferencia en sus vidas. El amor de Dios se convierte en una realidad para ellos al ver su propia transformación.

Leslie es una estudiante con autismo y una discapacidad intelectual. También tiene una deficiencia de potasio. Comer plátanos y más exposición al sol ya no son suficientes. El medicamento que recibe en el centro fortalece sus músculos para permitirle pararse y caminar. Tenía solo diez años cuando el director de su escuela la remitió al Centro de Educación Especial de la Comunidad de Esperanza. Era desafiante y desobediente con sus maestros, ya que odiaba la escuela. Estaba siendo intimidada tanto en la escuela como en la comunidad. Los bravucones sintieron que ella era diferente de ellos.

Su madre quería darle una buena educación en preparación para su futuro. Trabajó duro vendiendo pasteles para aumentar los ingresos de su esposo. Era alcohólico y no tenía trabajo fijo.  Más tarde murió de depresión. Sus hijos mayores se casaron y tuvieron familias propias. La madre de Leslie estaba enferma y murió cuando Leslie tenía solo trece años. Leslie era la más joven de la familia de cuatro. 

Con la muerte de sus padres, Leslie sufrió intensamente. Fue trasladada de un pariente a otro. En un momento se quedó con su hermana mayor casada con tres hijos y cuyo esposo no tenía un ingreso definido. No funcionó. Leslie había vuelto a su viejo comportamiento problemático.  Dios, que es rico en misericordia y compasión, tocó el corazón de su tía paterna casada que decidió tomarla como parte de su familia. En la actualidad, ella está viviendo con ellos. Su tía se ha convertido en su tutora legal, y es con la tía de Leslie que estamos llevando a cabo el proceso de rehabilitación.

El trabajador social del centro elaboró un plan de rehabilitación para Leslie. La intervención incluye una instrucción de preparación académica, individual y Actividades para la Vida Diaria, que cubre capacitación simple, práctica y apropiada en habilidades de subsistencia. La socialización entre su grupo de compañeros la ha ayudado a desarrollar su confianza en sí misma.

Cada año, el centro organiza un campamento de verano para jóvenes.  Es la única época del año en que Leslie experimenta seguridad psicológica y emocional. Durante este evento, algunos jóvenes se ofrecen como voluntarios para acompañar a nuestros estudiantes. Acompañan a nuestros estudiantes y les muestran cuidado y aprecio por sus dones y talentos. Nuestros estudiantes sienten que son amados, apreciados y tienen un sentido de fortalecimiento.

En la actualidad, el centro está sirviendo a 125 niños y adultos jóvenes con discapacidades. Reciben fisioterapia y otros servicios de rehabilitación. Sus sonrisas reflejan el amor compasivo de Dios por todas las personas sin distinción. La Hna. Cecilia dice: "Nuestro llamado y desafío es amarlos como son y actuar de acuerdo con lo que es apropiado".

A lo largo de los años, el centro ha atendido a más de 1,000 niños y adultos jóvenes que sufren de autismo, parálisis cerebral, síndrome de Down, pie zambo, paladar hendido, discapacidades auditivas y discapacidad intelectual. Gracias a los programas en el centro, algunos participantes han podido encontrar trabajo en la comunidad local. La Hna. Sofia, quien administra el programa de capacitación en habilidades de subsistencia, dice: "Con fe y confianza en Dios, estamos muy agradecidos de poder continuar ofreciendo estos servicios. Gracias, Dios, por elegir y darnos el privilegio de amar, apreciar y viajar con estos estudiantes. ¡Dios es realmente bueno!"

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