Novena de Pentecostés - 9no Dia - Espíritu Santo

Ven Espíritu Santo
y desde el cielo envía un rayo de tu luz.

Ven padre de los pobres,
ven dador de las gracias,
ven luz de los corazones.

Consolador óptimo,
dulce huésped del alma, dulce refrigerio.

Descanso en el trabajo,
en el ardor tranquilidad,
consuelo en el llanto.

Oh luz santísima: llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.

Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea inocente.

Lava lo que está manchado,
riega lo que es árido,
cura lo que está enfermo.

Doblega lo que es rígido, calienta lo que es frío,
dirige lo que está extraviado.

Concede a tus fieles
que en Ti confían,
tus siete sagrados dones.

Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales el eterno gozo.

Amén, Aleluya.

9no Día

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Ven Espíritu Santo y desde el cielo envía un rayo de tu luz… para que cuidemos y protejamos el futuro del planeta.
- Hechos 2, 17-21

“En los últimos tiempos –dice Dios- derramaré mi espíritu sobre todos: sus hijos e hijas profetizarán, sus jóvenes verán visiones y sus ancianos tendrán sueños;  también sobre mis servidores y mis servidoras derramaré mi espíritu aquel día y profetizarán. Haré prodigios arriba en el cielo y abajo en la tierra: sangre, fuego, humareda; el sol aparecerá oscuro, la luna ensangrentada, antes de llegar el día del Señor, grande y glorioso. Todos los que invoquen el nombre del Señor se salvarán.”

Señor en nuestra continúa actividad de producción y consumo estamos dañando la naturaleza y poniendo a riesgo la civilización. Enséñanos a vivir más simplemente, comprometiéndonos a cuidar mejor del medio ambiente y a abogar por leyes que protegen la creación a nivel mundial.

Señor envía tu Espíritu y renueva la faz de la tierra.

Intención personal.- Espíritu de amor escucha mi voz que a ti clama…

 

Ven Espíritu Santo
y desde el cielo envía un rayo de tu luz.

Ven padre de los pobres,
ven dador de las gracias,
ven luz de los corazones.

Consolador óptimo,
dulce huésped del alma, dulce refrigerio.

Descanso en el trabajo,
en el ardor tranquilidad,
consuelo en el llanto.

Oh luz santísima: llena lo más íntimo
de los corazones de tus fieles.

Sin tu ayuda
nada hay en el hombre,
nada que sea inocente.

Lava lo que está manchado,
riega lo que es árido,
cura lo que está enfermo.

Doblega lo que es rígido, calienta lo que es frío,
dirige lo que está extraviado.

Concede a tus fieles
que en Ti confían,
tus siete sagrados dones.

Dales el mérito de la virtud,
dales el puerto de la salvación,
dales el eterno gozo.

Amén, Aleluya.

Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo
Como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos, amén.

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