Hazme Tuyo

Jesús, firmemente renuncio al demonio
y detesto todo pecado que me ha apartado
de Tu amistad amorosa.

Te prometo lealtad, mi salvador,
y te suplico me hagas tuyo en el amor más sincero.

Te prometo ser fiel en servirte,
y esforzarme en ser más agradable a Ti,
evitando cada pecado y sus ocasiones,
y practicando la virtud.


Amén.