El Poder del Voluntariado

Niebla y gris. Estas son las palabras que viene a mi mente cunado pienso en Londres como en las películas o libros que tuve en mi infancia. Me mostraron el Londres de calles oscuras y sombrías y brumosas bajo las lámparas de gas.

Sin embargo, sorpresivamente,  me ha fascinado su cielo azul con aire transparente, y había olvidado la imagen que tenía antes de ver “Mary Poppins” recientemente, que se estrenó en 1965. Disfruté las canciones e imaginé cómo me sentiría si volara por el cielo con su paraguas y pensé cuánto debe haber inspirado la imaginación de los niños y darles alegría. Estaba encantada de escuchar la canción familiar de “chime chimney”, pero estaba ambientada en el tiempo que recuerdo de un Londres brumoso. Entonces, deshollinadores cubiertos de hollín cantaban, danzaban, saltando de techo en techo que eructaban humo negro. Londres estaba experimentando una gran bruma oscura (combinación de fog y smoke es smog). Y empecé a cuestionar que pasó aquí en Gran Bretaña que provocó esta gran diferencia.

La contaminación del aire se convirtió en un problema ya desde el siglo 13, y se convirtió en una crisis en el siglo 19 como resultado de la Revolución Industrial y es crecimiento de Londres. Los cinco días del Gran Smog (1952) que fue causado por la contaminación del aire y el clima causando más de 10,000 muertes. Al principio, Wiston Churchill negaba que fue causado por el carbón y decía que sólo era niebla, pero finalmente aprobó la Ley del Aire Puro en 1956. Cuatro años después de las muertes de muchas vidas preciosas, el gobierno pasó la Ley restringiendo la quema de carbón en uso doméstico e industrial.

Aunque ayudó a mejorar la contaminación del aire, otra crisis de smog ocurrió en 1962, y todavía escucho sobre las personas que sufren de la contaminación del aire en el Reino Unido en las noticias. Hace algunos años, Kissi-Debra, que perdió a su pequeña hija por asma, demando al alcalde de Londres por niveles ilegales de contaminación. Después de una larga pelea, ganó y demostró que la muerte de Ella, de 9 años, siguió a varios años de sufrimiento causado por la grave contaminación del aire. He oído que Kissi-Debra puso en marcha una organización de caridad en nombre de su hija para apoyar las vidas de niños que sufren de asma.

Durante el confinamiento del coronavirus, la gente salió a pasear para encontrar la naturaleza, escuchar a los pájaros, ver nuevos brotes, flores coloridas y abejas ocupadas… y mucha gente se dio cuenta de lo lejos que nos hemos alejado de la naturaleza. Quieren volver a la naturaleza para ser sanados y sienten pena de que los humanos han roto la relación con la naturaleza.

He sido voluntaria en los jardines comunitarios desde finales de 2020 cuando las restricciones del Covid-19 se han reducido. He visto que más y más personas están visitando y participando en trabajo voluntario en los jardines para una vida mejor conectada con la naturaleza. He visto un aumento de jóvenes voluntarios que han sido sanados de situaciones difíciles y han sido empoderados en los jardines. También reconozco que más y más personas han salido de sus propios espacios y tienen reuniones ocasionales para discutir y buscar una sociedad sostenible. No son pagados, pero realizan esas actividades voluntariamente. Veo que es el tiempo de que la gente común que fue empoderada por las historias de los demás pueda hacer la diferencia en el presente y el futuro.

Hay muchas personas como Kissi-Deborah y Ella en nuestra sociedad, y las que traen un futuro mejor. Es una de mis alegrías, ver los jóvenes y ancianos trabajando juntos y apoyándose mutuamente, intercambiando sus ideas y experiencias mientras trabajamos en la naturaleza.
Una de mis amigas voluntarias mayores en un jardín comunitario me dijo que era bendecida con un estilo de vida tan sustentable en lugar de simplemente estar sentada y continuar como antes. La veo en muchas ocasiones ambientales con su sonrisa alegre y gozosa. Sin la conciencia de las personas y su acción voluntaria, no podemos ver el final de crisis ecológica.

Me encantó ver que la Reina Isabel premiaba a algunas organizaciones por su trabajo voluntario cada año. Los voluntarios iluminados, que sirven humildemente con sus corazones, almas, y mentes, están impulsando el cambio y son la fuente de comunidades sostenibles.

Estoy feliz de verme trabajando en la recuperación de la relación con otras creaturas y encontrarme viviendo en cooperación con ellas. Veo que mientras más conozco la naturaleza más me veo interconectada y me ayuda a verme a mí misma más claramente en el Creador, nuestro Dios. Y espero poder celebrar la creación de Dios a través de mis pequeños pasos en el trabajo voluntario, siendo una conexión entre los seres humanos y la naturaleza.

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