Como estrellas en la tierra (Like stars on earth)

Reseña
Calificación de Reseña
Resumen
Tienes un talento artístico que se desborda de tus manos, te permite ver el mundo de una forma única y maravillosa, pero, nadie te comprende, te rechazan constantemente y hasta tu familia llega al límite de la paciencia contigo.
¿Qué harías?
Fecha de lanzamiento
Duración
2h 45min
Director
Aamir Khan & Amole Gupte
Elenco

Darsheel Safary
Aamir Khan
Tisca Chopra
Vipin Sharma

Reseña INCLUYE spoilers

Reseña

Esta no es una película que te va a generar algunas emociones porque logras conectar con una o dos escenas de forma un poco ficticia, no, está película muestra una realidad tan cotidiana como frustrante, una realidad que cualquiera de nosotros puede presenciar sin tener que vivir en un contexto específico de circunstancias extremas.
Si quieres que tu corazón sea un poco más sensible a las necesidades de los más vulnerables, (los niños), esta película es justo lo que necesitas.

Los tres puntos importantes que rescato de la película serían:
1- La vocación
2- La comprensión o empatía
3- El compromiso con tu misión

Estos tres puntos son vitales en la vida de toda persona, pero cuando se trata de la vida de un niño, el cómo los desarrolla el adulto en contacto con el niño es determinante para la vida del pequeño.

Tenemos como personaje principal a Ishaan Awasthi, a quien le dicen Inu, un niño de 8 o 9 años con lo que parece ser un gran problema de actitud para la escuela, pero una imaginación infinita y un gusto enorme por dibujar.

Y como coprotagonista está Ram Shankar Nikumbh, un maestro de arte realmente apasionado por todo lo que tiene que ver tanto con el arte como con su vocación de profesor.

Luego tenemos como personajes secundarios pero muy influyentes en la historia a la familia de Inu que se conforma de una madre hogareña y súper amorosa, un hermano mayor que es el estudiante perfecto y orgullo de sus padres y maestros, y su papá que es un hombre competitivo y orgulloso que vive frustrado por el constante comportamiento rebelde de Inu.

La película nos presenta la historia de esta familia que vive en un contexto cultural muy cerrado en el que salirse de la caja es algo impensable.
Los hombres deben prepararse para tener una vida competitiva a nivel profesional y solo eso importa.
En ese contexto, Inu simplemente no encaja, él y las tareas parecen ser los peores enemigos de la historia, en su cabeza, que se la pasa viajando de un mundo imaginario a otro, no hay espacio para las reglas gramaticales o las operaciones matemáticas.

Obviamente, esta situación, junto con la incomparable perfección del hijo mayor, genera una constante frustración en los padres y maestros de Inu, lo que provoca que el niño viva bajo un interminable flujo de regaños y llamadas de atención por todo adulto a su alrededor; pero él a pesar de todo esto, no se deja abrumar, él es feliz en todos los mundos que existen en su cabeza y que se hacen realidad a través de sus dibujos.

En un punto de inflexión, los padres de Inu toman una decisión drástica: llevan al niño a vivir en un internado, lo cuál les parece la mejor solución, aunque no estén del todo convencidos y que llevará a nuestro protagonista al límite de lo que él puede resistir, cosa que pondrá en peligro la vida de su imaginación y su alegría.

Evitando entrar en mayores detalles, les puedo decir que esta es una película que refleja la realidad de muchísimos niños, que independientemente de que tengan o no una habilidad artística extraordinaria, viven privados de la comprensión de quienes los rodean.
Es una película que te ayudará a ver claramente el camino erróneo por el que te puede llevar poner en el lugar de las prioridades cosas que no deben serlo.

¡Alerta de spoilers!

Ya saben, a partir de aquí hablaremos con más detalles de la película, así es que, si no quieres que te arruinemos la historia, mejor primero ve a verla y luego vuelves con nosotros.

Entonces, retomemos los tres puntos que rescato de la película:

La vocación
Este es un tema que me apasiona muchísimo, el ayudar a que los niños descubran, comprendan y acepten su vocación es algo que, a mi parecer, tendría que ser la prioridad de todo padre de familia y profesor de escuela.
Desde el inicio se nos deja ver que Inu es alguien diferente, su atención no está en las cosas en las que todos esperan que esté, un ejemplo rápido es la primera escena, en la que lo normal sería estar atento al autobús escolar, pero él está feliz viendo nadar a los peces de una fuente.
En sus clases es lo mismo, en su casa es lo mismo, su atención no se ve atrapada en ningún momento por esas preocupaciones comunes de todos los demás.
El espacio en su cabeza está reservado para cosas más importantes como un viaje interplanetario, el escape de un escuadrón de soldados atrapados en medio de una gran batalla o simplemente encontrar el orden de las piezas de un rompecabezas.
Inu es un niño que está llamado a ir a otro ritmo, recorrer el mismo trayecto que todos, pero por distintos caminos, sus caminos, y obviamente, para lograrlo es necesario que los adultos a su alrededor pongan en práctica el siguiente punto que rescato de la película.

La comprensión o empatía
Recuerdo que mis primeros años escolares (hasta los 12) fui un niño de buenas calificaciones, sin destacar ni nada especial, pero siempre con buenas notas; entre los 12 y los 14 fue una etapa algo complicada en ese tema, pero a partir de los 15 no había forma de rescatar la relación que tenía con los estudios escolares.
Me era intolerable estar en un salón de clases, me desesperaba por completo todo el tiempo que tuviera que estar sentado escuchando a los maestros, sin importar que los temas de la clase fueran de mi interés.
Eso duró unos meses hasta que opté por hacer la mayor locura de mi vida hasta ese momento: le dije a mi madre que ya no quería ir a la escuela.

Bendito Dios, mi madre no era como el papá de Inu, comprendió mis necesidades, me propuso un camino de formación más acorde a mi realidad, y pude estudiar lo que yo quería y al ritmo que yo quería.

Y no es que fuera un niño rebelde al que no le gusta estudiar, todo lo contrario, me fascina estudiar y formarme, lo hago de forma constante desde hace más de 15 años, lo que no me gustaba era el sistema de estudio de una escuela normal.

Y ahí es donde me parece completamente relevante que los adultos se den a la tarea de ser más comprensivos, más empáticos con los niños a su cargo, sean sus hijos o sus alumnos.

En la película vemos cómo la mamá de Inu no sabía qué hacer, trataba de ser cariñosa y disciplinada a la vez, pero la situación la sobrepasaba, eso es algo muy normal, nadie crece sabiendo ser padre de familia.
Pero el caso del papá es alarmante no solo por la gravedad de su forma de ser, sino porque es una realidad bastante común entre los padres de familia.

No solo es el hecho de que él no sabe cómo comprender a su hijo, sino que ni siquiera parece interesarle comprenderlo.
Como “adulto funcional” que cree que es, da por hecho que el mejor camino que un niño puede recorrer es el mismo para todos, y que debe de ser así aun a costa de cualquier precio, no importa que ese precio sea la felicidad de tu hijo.

No tienes idea de cuantos casos reales conozco de amigos o hijos de amigos que terminan estudiando o trabajando en cosas que ni siquiera les interesan, que no disfrutan, o incluso hasta las sufren, solo porque es lo que los papás querían que sus hijos hicieran.

Doctores con espíritu de cocineros, arquitectos con vocación de pintores, licenciados con raíz de escritores, ingenieros con corazón de músicos, infinidad de anhelos del corazón de un niño ahogados en las preocupaciones, miedos o aspiraciones de los padres de familia.

Todo niño pequeño, necesita de sus padres antes que la disciplina, la comprensión.
Necesitan saberse entendidos y aceptados, ese es el fundamento de lo que Dios le encarga a cada persona que tiene un hijo, comprenderlos y aceptarlos, esa es la forma más básica de amarlos, y amar a sus hijos es la tarea más importante que un padre tiene en la vida.

Y entonces viene el tercer punto que me quedo de esta película.

El compromiso con tu misión
Esto lo refleja el héroe de la película, el profesor Nikumbh.
El trabaja en una escuela de niños especiales y llega como maestro sustituto al internado donde está Inu.

Siendo un artista apasionado de la enseñanza, como era de esperarse, no encaja en el molde del resto de maestros de la escuela.
El improvisa, él se divierte, y, sobre todo, él se preocupa por las emociones de los estudiantes.

Podemos ver cómo los otros maestros lo menosprecian por sus técnicas de enseñanza, pero a la vez vemos cómo los alumnos hacen click con él desde la primera clase.

Para cuando Nikumbh llega al internado, Inu ya está en un punto de tristeza casi sin retorno, prácticamente no convive con nadie, ya no dibuja, ni siquiera habla con su mamá o su hermano, y ese comportamiento llama la atención del profesor.

El maestro decide investigar un poco y descubre que ningún otro profesor tolera al niño, todos tienen problemas con él, y al revisar sus cuadernos descubre lo que nadie había querido ver:
Inu tiene dislexia, un trastorno mental que le impide poder leer y escribir.

Cuando él descubre esto por un lado siente la tranquilidad de entender qué está pasando, pero por otro lado le surge la preocupación de pensar en el sufrimiento que el niño está pasando.

Nikumbh decide ir a casa de los papás de Inu para hablar con ellos y explicarles lo que le sucede a su hijo, pero el papá, siendo un obstinado de lo peor, no quiere aceptar que su hijo sea distinto, él piensa que todo se resume en una mala actitud, que el niño es un rebelde que no hace caso.

Y ahí es donde el maestro hace lo que tenía que hacer: uno de los niños a su cargo está en peligro de irse al abismo de la depresión y no cuenta con el apoyo de los padres, así es que él toma las riendas del asunto en sus propias manos.

Habla con el director de la escuela para conseguir algo de apoyo, desarrolla un plan de estudio especial para Inu y le dedica interminables horas de atención para ayudarlo a darse cuenta de que no es lo que todos le decían que era, un tonto, simplemente es alguien diferente.

De verdad yo estaba enojado con los papás y los demás maestros, no me cabía en la cabeza que nadie se diera a la tarea de tratar de comprender qué estaba sucediendo.
Y eso es lo que hizo que el maestro Nikumbh destacara del resto, el que realmente estaba comprometido con su misión de ser profesor de los niños.

No lo hacia para cumplir con el trabajo, no lo hacía deteniéndose en lo mínimo que este le exigía, no, se entrega de tal manera que hace lo que es necesario para el bienestar de los niños bajo su cargo, sin importar que esto tome mayores esfuerzos y mucho más tiempo.

Todos tenemos una misión en particular en esta vida, Dios nos pensó a cada uno para hacer algo en particular, y es muy importante que todos nos comprometamos con nuestra misión al máximo nivel; pero cuando nuestra misión está relacionada con la formación de niños, esta importancia de hacerlo así alcanza un nivel inigualable.

Y bueno, ahora la recomendación es que cuando veas esta película tengas a la mano una caja de pañuelos porque será inevitable que se te escapen algunas lágrimas en varias escenas.
Y creo que, si tu vida te mantiene de cierta forma en relación con niños y sus procesos de formación, indudablemente vas a disfrutar de esta película, en verdad, no dejes de verla.