Las Personas Desplazadas de Myanmar

A finales de enero del 2017, los Padres Columbanos Pat Colgan y Jovito visitaron pensiones de asistencia y campos de personas internamente desplazadas (IDP) que los Columbanos apoyan en Myanmar. En la diócesis de Banmaw, de las tres casas pensión, establecidas en el pueblo de Banmaw y exclusivas para jóvenes IDP, escuchamos que 31 estudiantes pasaron su examen Standard Diez del Estado equivalente a (graduación de colegio). Un graduado es ahora el tutor de otros jóvenes refugiados, otro es bombero, y otro más químico graduado de la Universidad de Banmaw. Los estudiantes varones nos cantaron una vívida autocomposición Kachin que expresa su gratitud hacia nuestros benefactores Columbanos y también una súplica para que sigamos apoyándolos y guiando. Dos de ellos dieron sus testimonios, los cuales encontré muy conmovedores.

Luka Maru La Ja
Luka Maru La Ja que es de la parroquia ZauBung, cerca de la frontera China. En 2011, su familia se trasladó a Namkhan debido al recrudecimiento de los combates. Como IDP, solicitó venir a la Casa Pensión de Buduza. Después de tres años de estudio ahí, regresó a su aldea, pero vio que muchos de sus amigos no tenían educación, y eran ya adictos a las drogas o al alcohol. Luka decidióo regresar a Buduza a continuar estudiando. Él está muy agradecido a esta comunidad por ayudarle a conocer a Dios, conocer el amor, y recibir una educación.

Mary Maran Seng Ja
Mary Maran Seng Ja fue la primer estudiante en la Casa Pensión Femenina de Buduza. Se unió a la pensión como alguien que había reprobado su examen y quería tratar de nuevo. Ella es la mayor de la familia y se siente triste por su vida en el IDP. A pesar de hacer un gran esfuerzo por alcanzar una distinción en el Standard Diez del Estado, por lo menos pasó los exámenes. Ella ve tantos de sus compañeros sin educación y sin futuro y esto le mueve a motivarlos para que alcancen la oportunidad que brindan los donadores de los Columbanos u que le fue amablemente concedida a ella.

Él Padre Jovito dice que desde su primera visita a Myanmar, se ha visto profundamente afectado por los testimonios de los estudiantes, en los dos centros Columbanos de educación superior en Mandalay así como en Bamaw. Él admira el sueño persistente y los esfuerzos de educarse a pesar de las difíciles circunstancias de la guerra. Él les animó a seguir pensando en grande, “sigan repitiendo esos exámenes hasta que logren el límite de lo que son capaces.”

Nelson Mandela estuvo siempre convencido de que la educación era la única fuerza en última instancia que podía romper las cadenas y ataduras del pasado. Aprender es mucho más poderoso que las armas, odio o guerra. Él P. Michael Tang Gun, Director de Caritas Banmaw, en nombre de los estudiantes, agradeció a los misioneros Columbanos y a sus benefactores por su tremenda ventana de oportunidades que han abierto a los más pobres y ansiosos jóvenes de Kachin. Elevando el nivel de educación levantará a sus familias y también a sus comunidades.

Al día siguiente, le pagamos la visita al Campamento de Refugiados Maina. Este es uno de los más grandes en el Estado de Kachin, ahora con 266 familias (1,365 personas), debido a la repentina llegada de 182 nuevos IDPs en diciembre de 2016. El Ejército de Birmania ha ocupado por la fuerza nuevas extensiones de terreno de Kachin con el pretexto de neutralizar los puestos de armados del independiente Kachin. Los IDPs atrapados en medio del bombardeo corren para salvar sus vidas. La mayoría de los IDPs son gente anciana, mujeres y niños, ya que la mayoría de los hombres se encuentran envueltos en la guerra.

Las raciones de comida ya se habían reducido en un 30% por las organizaciones de financiamiento no gubernamentales (ONG), y cuando la nueva ola de refugiados llegó, el gobierno local sólo entregó una semana raciones. Hay una gran necesidad de un vehículo de emergencia en el campo, en él que ningún organismo parece querer invertir. Este costaría $2,500. El Programa de Educación Diocesana apoyado por los Columbanos, ha proporcionado formación y el salario de nueve maestros/maestras de apoyo que proveen colegiatura para programas extraescolares para los niños de grado 4 a 8. Recientemente, el gobierno local estaba planeando la instalación de energía eléctrica en la recepción principal / área clínica - algo que los desplazados internos habían estado solicitando desde hace seis años! Hay una grave escasez de agua en el campo en esta época de sequía. Hay doce pozos poco profundos, pero a pesar de las reglas del campo escritas y publicadas, a menudo las mujeres lavan la ropa o los residentes se bañan cerca de los pozos, ensuciándolos aún más. De hecho, hay un problema de salud mental a gran escala (depresión, comportamiento antisocial, consumo de drogas y alcohol) en el campamento.

Visitas como estas me ayudan a apreciar de nuevo la generosidad de nuestros donadores, así como la esperanza, “abogando esperanza,” que muchos jóvenes, y personas mayores tienen hacia nuestra Sociedad, no solamente en Myanmar pero en muchos otros países.

Revista